¿QUIÉN ES DIOS?



¿QUIÉN ES DIOS?

Dios es el Creador del universo.

El que siempre ha existido y seguirá existiendo de eternidad en eternidad. Es Dios quien nos envió a cada uno de nosotros a esta tierra con una misión muy precisa. Y es Dios el único que posee el misterio de la vida y de la creación.

Nadie puede frustrar o desviar Sus decisiones.

Es importante comprender que nadie en el mundo o en el universo puede competir o triunfar contra Dios.

El destino del creador del mal puede tomarse como ejemplo, porque sabía desde el principio que todo lo que había puesto en marcha llegaría a su fin algún día, pero había ocultado esta verdad a quienes aún hoy le sirven, a pesar del fin de su reinado decretado por Dios.

Todo lo que Dios no creó llegará inevitablemente a su fin en algún momento. Dios siempre vence.

Así que os invito, hermanos y hermanas, a seguir los pasos de aquel que creó nuestra existencia en la tierra.

Estar con él es estar protegido espiritualmente contra toda persecución espiritual.

Hay, por supuesto, una gran diferencia entre estar con Dios y pensar que se está con Dios, como es el caso de la mayoría de las personas que se sienten espiritualmente inestables. Si alguna vez estás bajo ataque espiritual significa que en ese momento concreto de tu vida te has alejado de Dios por pecado o falta.

 

¿CUÁL ES LA MEJOR MANERA DE LLAMAR A DIOS?

En realidad, Dios no tiene nombre. Él es el creador del universo y de todo lo que lo hace positivo. Lo es todo y lo puede todo. Es el Padre de todos nosotros.

Sin embargo, cada uno puede llamarle como quiera.

Por eso su nombre difiere según la lengua, la cultura e incluso la tribu.

Lo más importante es asociar cada nombre con el Creador de todas las cosas, la fuerza suprema y el Todopoderoso.

Se puede muy bien decir el nombre de Dios y pensar en otra entidad. Lo cual no tiene el mismo efecto.

Dios no es exclusivamente masculino o femenino. Es ambas cosas a la vez.

Hermano mío, hermana mía, sea cual sea tu origen sociocultural, aléjate de la adoración de cualquier criatura, viva o muerta.

Apégate a Dios, que lo controla todo y ha creado todo lo positivo. Ni siquiera necesitas decir su nombre.

Piensa fuertemente en él y manifestará su presencia y su amor en ti.

Deja que la gloria de Dios se manifieste en tu vida y que su verdad se apodere de la conciencia colectiva.

Gloria a Dios.