Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos.
Siéntanse privilegiados, porque en esta etapa de la misión voy a tratar un punto esencial: aprender a comunicarse más directamente con Dios. Para aquellos que aún no tienen esta capacidad, les explicaré cómo funciona.
Hermanos míos, deseo que cada uno de ustedes experimente la felicidad que yo vivo desde hace dieciocho años. ¿Por qué lo dejé todo para servir a Dios?
Estar con Dios trae una alegría que las palabras no pueden describir. Por eso se dice, y con razón, que hacer la voluntad de Dios es ante todo un don que Él concede. Sin Dios en tu vida, es imposible conocer la verdadera felicidad.
Algunos encuentran alegría en la compañía de sus seres queridos, pero un día ya no estarán, y tendrás que aprender a vivir sin ellos. Otros se sienten felices cuando beben alcohol, pero una vez que la botella se acaba, deben enfrentarse a la realidad. Muchos creen haber encontrado la felicidad acumulando riquezas, pero cuando todo desaparece, comprenden que nada en este mundo es permanente.
En ocasiones quieres dar alegría a alguien, pero a cambio recibes ira o rechazo. Das felicidad, y recibes sufrimiento. Hay que estar preparado para eso.
Existen secretos espirituales que permiten permanecer en un estado de alegría duradera. Cuando verdaderamente dejas entrar a Dios en tu vida, te conviertes en una persona llena de gozo. Porque Dios es alegría, no ira ni tristeza.
Dios nunca prometió que serías feliz en este mundo ni que obtendrías todo lo que deseas. Prometió que encontrarías la felicidad en Su presencia.
Muchos creen que serán felices al construir una casa o alcanzar cierto nivel económico. Pero nada en este mundo puede satisfacer plenamente el corazón humano de forma definitiva. El que espera alcanzar cien mil para ser feliz, luego querrá un millón, y luego diez. El deseo no tiene fin.
Déjame darte otro ejemplo: ves una prenda en una vitrina y la deseas. Si esperas seis meses para comprarla y al fin la adquieres, podrías decir: “¿Para esto ahorré durante seis meses?” Así es la vida.
No importa lo que logres: sin Dios en tu vida, el vacío permanece.
La verdadera felicidad se mide en la soledad. Es cuando estás solo, cara a cara contigo mismo, que puedes saber si verdaderamente eres feliz. Cuando estás encerrado con tus pensamientos y tu destino frente a ti, ¿estás en paz? Si la respuesta es sí, entonces Dios ciertamente está en tu vida.
Pero si en esos momentos sientes tristeza o ansiedad, debes saber que incluso los más ricos pueden sentirse profundamente infelices cuando están solos.
Un padre que ha criado muchos hijos sin Dios puede encontrarse solo. Tus hijas queridas se casarán. ¿Quién te preparará el desayuno entonces? Tu esposa también se habrá acostumbrado a ser atendida. Un día, pedirás un vaso de agua y nadie responderá. Esa es la realidad de algunos padres.
Tu hijo puede decir: “Mientras yo respire, tú no carecerás de nada”, pero un día tendrá su propia familia. Cuando nazcan sus gemelos, no podrá estar tan presente. No es que no te ame, es que estará ocupado con su propia misión.
Estos ejemplos muestran lo importante que es estar preparado espiritualmente para la soledad. Debes aprender a ser feliz incluso estando solo, porque sólo Dios permanece contigo eternamente.
¿Cuántos hijos realmente agradecen a sus padres por haber pagado su educación? Cuando un extraño los ayuda, dicen que fue gracias a Dios. Pero cuando son sus propios padres, lo consideran un derecho. Si esperas un agradecimiento, podrías sentirte decepcionado.
La vida está llena de sacudidas. Para algunos, estas verdades son conocidas desde hace tiempo. Para otros, serán difíciles de aceptar.
Algunos quieren ponerse por encima de ti y hacerte creer que sin ellos no vales nada. Pero Dios nunca quiso eso. No debe haber nadie entre Dios y tú.
Estoy convencido de que un día incluso los líderes religiosos reconocerán esta verdad: la presencia de Dios no depende de un lugar o de una persona. Aunque nunca vengas físicamente al Centro Espiritual Divino, si sigues la Palabra de Dios, Él estará contigo.
Si buscas a alguien que rece sólo a Dios y esté protegido por Él, soy esa persona. ¿Por qué muchos de ustedes escapan de la influencia del mal? Porque les enseñé a orar únicamente a Dios.
Deseo que cada uno de ustedes llegue al nivel en que, con sólo pensar fuertemente en Dios, Él responda. En ese momento, tú y Dios serán uno solo.
Dios nos creó a Su imagen. Esto significa que somos Sus representantes en la Tierra, cada uno con una misión específica.
La obra de Dios es como un cuerpo humano compuesto por muchos elementos, donde cada uno cumple una función. Si sólo existiera el brazo derecho, ¿podría cumplir toda la misión? Es el conjunto lo que hace eficaz la obra de Dios. Cada uno debe concentrarse en su misión para hacer avanzar el plan de Dios.
En mi caso, Dios activó mi misión para que yo sea su guía. Y ya ha activado misiones en algunos de ustedes.
Oro para que lo haga también con todos aquellos que me han elegido como Pastor o que han decidido respetar Sus leyes. Pero para ello, primero debes aceptar que eres Su criatura.
Cada uno de nosotros es único, y ninguna misión es igual a otra. Pero nuestras misiones, unidas, contribuyen a la armonía de este mundo como Dios lo desea. No te compares con los demás. Concéntrate en lo que Dios está haciendo a través de ti.
Hermanos y hermanas, la verdad ya está en ustedes. Pero influenciados por tradiciones, a veces la han rechazado. Si lo que se nos enseñó fuera suficiente, el mundo no estaría como está.
Dios está en todas partes. Pero cuando adoras a un ser humano sin considerar lo que lleva dentro, estás en un error.
Cuando Dios dice: “Si quieres hacerme el bien, hazle el bien a tu prójimo”, significa que Él se esconde en cada una de Sus criaturas.
Dios quiere que lo invites a tu vida, directamente, sin intermediarios. No quiere que dependas eternamente de alguien, porque el día que esa persona ya no esté, Dios debe seguir contigo.
No es Dios en la función del otro quien debe actuar en ti, sino Dios a través de la función que Él te ha dado a ti.
Estoy aquí para ayudarte a despertar el Espíritu de Dios que hay en ti. ¿Pero puede ocurrir esto si vives en el pecado?
Deseo que cada uno viva una relación personal con Dios. Que cada uno, con su don activado por Dios, contribuya al desarrollo de Su obra en el mundo. Ese es nuestro objetivo.
La mayoría de ustedes aún no ha experimentado lo que se llama “vivir la gloria de Dios”. Algunos han visto a Dios actuar después de una oración o un deseo cumplido. Él lo hizo para mostrarte que está presente, incluso si aún no lo comprendes plenamente.
Pero pocos han experimentado la verdadera autosuficiencia espiritual con Dios. Materialmente, siempre necesitarás de los demás. Pero espiritualmente, Dios es autosuficiente, y quienes están unidos a Él también lo son.
Busca el verdadero don de Dios: invitarlo a vivir en ti. Arrepiéntete sinceramente. Muchos aún juegan con esta idea, pensando que sólo la oración los liberará.
Cuando Dios está en ti, las tinieblas huyen. Él no habla con una voz audible. Insisto: si escuchas una voz, puede venir de cualquier parte. La única forma de saber que es Dios es cuando actúa en silencio en tu corazón.
Si Dios está dentro de mí, ¿necesito oír una voz? No, porque eso significaría que está fuera de mí. No puedes oírte hablar a ti mismo. Dios actúa en silencio, por convicción interior.
Por eso, las tinieblas no pueden detectar esta comunicación. Pero una voz, sí la pueden oír.
Estén convencidos de que son hijos de Dios. Él les habla en el silencio del corazón.
Algunas religiones enseñan que se debe pedir a otra persona que hable con Dios por ti. Pero Dios dice: háblame directamente.
Somos Sus criaturas. Para hablarle, no se necesita ningún intermediario. Sólo un guía, cuyo don ha sido activado, puede ayudarte a invitar a Dios a tu vida y alcanzar la independencia espiritual.
Lucha por esa independencia espiritual, o seguirás dependiendo de otros. ¿Es eso lo que Dios quiere?
Hermanos y hermanas, ¿están listos para cumplir la misión que Dios les ha dado en esta tierra?
Acepten que Él los guíe directamente. Piensen fuertemente en ello, y Él les mostrará el camino. Su enseñanza nos dice que Él es el único Soberano.
Tener a Dios no significa descuidar tus responsabilidades. Si olvidas pagar la electricidad, te la cortarán. Así es la vida.
Cuando Dios está en ti, tendrás el valor de decir no cuando sea necesario, sin temer lo que piensen los demás. Tu vida es demasiado valiosa para gastarla tratando de agradar a otros. Dios quiere que vivas el tiempo suficiente para cumplir Su obra en ti.
Dichosos los que han entendido. He terminado por hoy.