Al leer esta oración, Dios te libera inmediatamente y mucho más.
Padre eterno, Dios todopoderoso, te pido sinceramente perdón.
Porque reconozco que, si he sido atacado espiritualmente, es porque, por mis actos, me he alejado de ti.
Eterno, mi Dios, en este día renuevo mi alianza contigo. Libérame, protégeme, restáurame y guíame.
Has destruido para siempre este sistema de persecución. Que tu obra sea visible para siempre en el universo. Amén.