EL ARREPENTIMIENTO



El arrepentimiento es el único camino que el Señor nuestro Dios ha dado a cada ser humano, sin importar su pasado ni el peso de sus pecados, para reconciliarse con Él.

Es una forma de compromiso profundo, una decisión sincera de volver a Dios y convertirse en Su verdadero siervo.

Arrepentirse es aceptar estar ahora totalmente entregado a la causa de Dios.

LA DIFERENCIA ENTRE CONFESIÓN Y ARREPENTIMIENTO

La confesión consiste en enumerar todas las faltas ante Dios y pedir perdón.

Pero es imposible que un ser humano recuerde todos los pecados cometidos desde su nacimiento.

El arrepentimiento va más allá: es reconocer ante Dios el estado de pecado, y sobre todo, hacerle la promesa de cambiar de vida.

¿CÓMO ARREPENTIRSE?

  • Reconocer tus faltas delante de Dios.
  • Pedir perdón con sinceridad.
  • Hacerle la promesa clara de no volver atrás.

Arrepentirse es decir:

«Señor, vivía en pecado, lo reconozco. Hoy decido caminar contigo y me comprometo a hacer el esfuerzo de no volver a caer.»

Sin promesa, el arrepentimiento no tiene sentido.

Pero desde ese momento sincero, Dios te perdona, y todo lo que el pecado había abierto en tu vida queda cerrado.

Nota: Las oraciones de reconciliación con Dios que pongo a tu disposición en el Divin Centre Spirituel siempre incluyen este aspecto esencial: el arrepentimiento.

¿CÓMO NO VOLVER A CAER EN EL PECADO?

Muchos confiesan, pero no logran reconciliarse verdaderamente con Dios.

¿Por qué? Porque no hay un cambio de vida.

Dios te invita a poner en práctica Sus dos leyes cada día:

  1. Tomarlo como única fuente de vida.
  2. Hacer el bien rechazando todo odio, celos o rencor.

Antes de cada acción, pregúntate siempre: «¿Esto está en armonía con la Palabra de Dios?»

SABER LO QUE DIOS ESPERA DE TI

La verdad es que Dios nos creó a todos a Su imagen, grabando en cada uno de nosotros Sus leyes. Por lo tanto, todos llevamos Su verdad de manera innata.

Sin embargo, esa verdad puede verse alterada por nuestras experiencias de vida o por la educación recibida.

En general, incluso sin enseñanza, puedes saber lo que está bien o mal.

Mi función es ayudarte a eliminar todo lo que distorsiona la verdad que Dios ha depositado en ti.

Que el Señor nuestro Dios, por Su Espíritu, ayude a cada uno a comprender este mensaje y a ponerlo en práctica en su vida.